Discursos de libertad es el nombre de este libro y surge de las conclusiones a las que podemos llegar cuando damos una lectura a los cinco grandes discursos de Jesús, narrados en el evangelio según Mateo y logramos identificar una eclesiología desde ellos. Cuando nos adentramos en su contenido, cada uno de esos discursos trae un mensaje de libertad para quienes viven en opresión, al dirigir su contenido al tema de la justicia. Desde el inicio del primer discurso, es evidente que la justicia es un principio fundamental del Reino y no se trata de que seamos jueces, sino que procuremos luchar contra las injusticias. A través de las páginas de este libro, iremos conociendo algunos aspectos generales sobre el evangelio según Mateo, los cuales me parece que son importantes tenerlos presente para luego adentrarnos en su contenido. Ya con un panorama algo más claro sobre el evangelio y su contenido, veremos una perspectiva general sobre los cinco grandes discursos y luego iremos discutiendo cada uno de ellos por separado, destacando aquellas áreas que a mi juicio resumen el propósito de su redacción. Ya que el tema de la justicia está presente a lo largo de todas las referencias al Reino de los cielos, me parece prudente que discutamos un poco el término justicia y sus alcances hacia nuestra fe, considerando que se trata de un principio fundamental del Reino. También nos miraremos ante el espejo del evangelio según Mateo, para contestarnos algunas preguntas y ver aquellos espacios de oportunidad que como iglesia nos urge atender. Culminamos el libro haciendo unas consideraciones finales sobre los cinco grandes discursos en general y la importancia de aplicar su contenido en nuestra vida personal y en la vida de iglesia. ¿Servir al Señor trae bendiciones a nuestra vida? No tengo la menor duda y puedo dar muchísimos testimonios en esa dirección. Sin embargo, Mateo 6:33 nos dice: "
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas
". Aquí está nuestra agenda, nuestro propósito, nuestra razón de ser, incluso nuestro ADN como Creación de Dios. Trabajemos incansablemente por ser libres y por dar libertad a aquellas vidas que claman por justicia. Seamos una iglesia viva, que proclame el Reino de Dios tal y como lo hizo Jesús y según nos lo comisionó.