Eiven Mir vive en Cancún, es la mayor de tres hermanas, con las que pelea constantemente. Estudia el sexto año de primaria y es una niña como muchas otras, con los problemas propios de su edad, le tiene miedo a muchas cosas; tiene una profesora gruñona que la detesta y que quiere reprobarla a toda costa. Definitivamente no es de las chicas populares debido a su estatura baja, sus grandes ojos, su abultada cabellera rizada y su gusto en extremo por dibujar cosas extrañas, aunque todo esto es secundario. Hoy Eiven tiene dos grandes problemas que le quitan el sueño: los sentimientos confusos que ha comenzado a desarrollar por su mejor amigo Terek y los extraños acontecimiento que han estado ocurriendo en su vida desde su cumpleaños número once; por eso, espera con ansias las vacaciones de primavera en las que irá a visitar a sus abuelos en la Ciudad de México, lo que parecía ser el primer día de vacaciones se convierte en el comienzo de una aventura en la que personajes e historias antiguas se mezclan para ayudarle a redescubrir un secreto familiar, relacionado con un antiguo artefacto mágico. Esto la empujaran a descubrir que es más fuerte y valiente de lo que cree, también a entender que la familia, en especial el amor de hermanas, es lo más importante.