A sus veintidós años, Suleika Jaouad tenía toda la vida por delante, hasta que el cáncer la interrumpió. Un tiempo después, dio a conocerse en Estados Unidos por su columna en el New York Times titulada «Vida interrumpida», en la que narraba en tiempo real la impactante experiencia de su enfermedad, una leucemia agresiva con una tasa de supervivencia del treinta y cinco por ciento y resistente al tratamiento. Entre dos reinos es el valiente testimonio de su largo proceso, desde el devastador diagnóstico hasta la curación y la complicada tarea de rehacer su vida, no donde la dejó, sino desde una profunda conciencia de la difusa línea entre la vida y la muerte. Con una voz fresca, rebosante de resiliencia y sinceridad, Suleika narra las inacabables tandas de quimioterapia, el trasplante de médula, la lenta recuperación, la nueva relación con su cuerpo, con las personas queridas, con el sentido vital. Y, por fin, la búsqueda de una base para empezar a reconstruirse, que la llevó a emprender un viaje en furgoneta por todo el país para conocer a las personas que habían contactado con ella durante los años de hospitalización.
At twenty-two, Suleika Jaouad had her whole life ahead of her, until cancer cut it short. Some time later, she became known in the United States for her column in the New York Times entitled "Life, Interrupted", in which she narrated in real time the shocking experience of her disease, an aggressive leukemia with a survival rate of 35% and resistant to treatment. Between Two Kingdoms is the brave testimony of her long process, from the devastating diagnosis to the healing and the complicated task of rebuilding her life, not where she left off, but from a deep awareness of the blurred line between life and death. With a fresh voice, brimming with resilience and sincerity, Suleika narrates the endless rounds of chemotherapy, the bone marrow transplant, the slow recovery, her new relationship with her body, with the people she loves, with the meaning of life. And, finally, the search for a base to begin to rebuild, which led her to undertake a trip in a van across the country to meet the people who had contacted her during the years of hospitalization.