Aunque no querían saber nada más de Queru, lo cierto es que tanto la curiosidad como la coacción pueden llegar a ser hermanas gemelas y si se cruzan sus caminos es inevitable que surjan problemas. Eso es lo que le ocurrió a Marian y a Gael, que a pesar de desconfiar de todo lo relacionado con El Firet y de todo lo que englobaba, a través de varias artimañas, éste personaje consigue volver a meterse en sus vidas. Pero esta vez lo consigue no por medio de remuneraciones suculentas, sino a través del chantaje y éstos jóvenes a pesar de no querer tener más problemas se ven en la obligación de volver a relacionarse con ese mundo. Gael consigue analizar muchos puntos para desenmascarar la verdad que hay oculta detrás de todo aquello, aunque se queda en el último peldaño de la escalera que le conduce a saber quién está ayudando a Queru y por tanto, manejándoles a ellos como simples títeres.