"Ana necesitaba que otra persona la despertara y la cuidara... Yo podría ser esa persona". Juana Lamar
Es el último día del año. Mientras todos celebran, Juana solo quiere olvidar. Olvidar los inquietantes ojos de Ana, olvidar sus besos inmensos y el efecto que causaban en su cuerpo sumergido en amor y deseo. Juana quiere olvidar el mundo al que Ana le invitó a habitar en secreto, quiere olvidar la ausencia y el silencio; pero
la gente pequeñísima
que controla la memoria... prefiere no hacerlo.
En esta, su primera novela, Juliana Ramírez Plazas nos transporta a la memoria rota de añoranzas, que Juana devela con cada palabra escrita en su diario y en la astilla que le fue desarmando el cuerpo.