Bienvenidos al desopilante y caótico universo de Iridia Barricales, una mujer cuya vida parece escrita por un guionista de comedias con un sentido del humor retorcido. En este libro, la tragicomedia se sirve a raudales, salpimentada con una buena dosis de sátira y nostalgia.
Iridia vive en un infierno doméstico, compartiendo techo con su madre, una señora que, a sus cincuenta y tantos, ha decidido revivir su adolescencia. Sí, has leído bien: el "Síndrome de la Madre Adolescente después de los 50" convierte cada día en una montaña rusa de berrinches, ropa inadecuada y pésimas decisiones. Añadamos a esto que la madre de Iridia sufre de EPOC, lo que nos proporciona una cuota de drama médico para equilibrar la comedia involuntaria.
La vida amorosa de Iridia es un desfile de desilusiones. Sus pretendientes parecen tenerle más miedo que a una clase de álgebra avanzada, quizás porque cojea un poco, un detalle apenas perceptible para ella, pero aparentemente crucial para ellos. A pesar de estos reveses, Iridia se enfrenta a la vida con un humor ácido y una resignación casi heroica.
Iridia también es una rebelde de la belleza. Olvídate de verla con maquillaje o uñas impecables; esas son vanidades para las que no tiene tiempo ni paciencia. Esta aversión por los rituales estéticos la convierte en un icono de autenticidad, un soplo de aire fresco en un mundo obsesionado con la superficialidad.
En su vida profesional, Iridia se refugia en la enseñanza de las matemáticas. Su aula es un santuario donde las ecuaciones cuadran, aunque su vida personal esté llena de incógnitas. Ser maestra le da una sensación de propósito y un respiro del caos familiar.
A través de episodios hilarantes y personajes inolvidables, "El Tragicómico Mundo de Iridia Barricales" es una celebración de la tenacidad humana. Con un pie en la sátira y otro en la nostalgia, este libro nos recuerda que, a pesar de las adversidades, siempre hay espacio para la risa y un poco de esperanza.