He sido estudiante del sistema de entrenamiento mental llamado Un Curso de Milagros desde el año 2009 cuando, después de muchas decisiones equivocadas, llegué a experimentar una crisis intensa en casi todas las áreas de mi vida.
Este curso llegó a mi vida en el momento más oportuno, pues me permitió comenzar a ver más allá de las apariencias de un mundo que se muestra tan convulso y que amenaza con destruir a quien vaya en contra de los sistemas establecidos.
Me permitió entender que todo aquello que observo no es más que una forma interpretativa que he elegido ver. Tengo el poder de elegir y eso significa, para mí, la llave que abre la cerradura de una prisión mental en la que yo mismo me metí y de la que puedo escapar para así reconocer la libertad total. Anteriormente mi camino se había empapado de una búsqueda de poder tal como el mundo lo mide; pero, conforme practicaba las 365 lecciones de Un Curso de Milagros,
comprendí que el verdadero poder se reconoce al elegir desde y para el amor infinito de Dios. Hacer esto es un proceso que se puede aprender y con la práctica, se convierte en la segunda naturaleza de la mente, de modo que esta queda entrenada para experimentar el mundo desde una paz infinita que parece ir contra todo lo establecido. Este proceso fue lo que condujo a estos dictados.