Esta retrospectiva de poemas proviene de un archivo que nunca imaginé vería una fecha de publicación. Son los sobrevivientes de los cuadernos y borradores que perecieron en un incendio años atrás, dejando como punto de partida el año 1998. Recopilar parte de estos es un tributo al niño interior y a la sombra adolescente. Los poemas son presentados en la misma manera cronológica en que exhibiera mi obra pictórica en una galería, con el fin de que el lector aprecie el crecimiento y desarrollo emocional de esta búsqueda. Son los tímidos versos del chavalito nacido y criado bajo el despotismo, la guerra, la revolución y la constante amenaza de muerte. Son el alivio del niño sin padre que sobrevivió el abandono, el desplazamiento, el abuso, la separación forzosa de su madre y después, su propio exilio. Son las notas del joven inmigrante que llegó a Nueva York a descubrir la poesía del rock americano, el heavy metal y el hip-hop. Son el testimonio del joven drogadicto que cayó en prisión y se rehusó a ser otra estadística. Son poemas tiernos y frágiles que intentan dar alivio a las heridas del padre ausente, del niño padre, de la violencia y la posguerra. Es la canción del hombre que se ve forzado a rebuscar palabras olvidadas del español; al igual que su identidad y autonomía. Son los cuadros que buscan resolver la denuncia a los demonios de su infancia y celebran su cultura e idioma. La colección examina las fracturas emocionales y psicológicas que invadieron a mi familia, pero también celebra el poder y la esperanza que he encontrado en el arte y la escritura para sanar.