La Psicología Espiritual constituye un proceso de búsqueda constante, una alquimia maravillosa entre la Psicología Analítica, la antropología y la filosofía de donde surgen conceptos tan interesantes como "el inconsciente colectivo", "los arquetipos", la "sincronicidad" o las bases de un legado espiritual donde se esconde todo un crisol de idearios. Integra en su estructura una síntesis integradora del ser humano y su "misión" en este mundo, bajo una triple perspectiva: espíritu, mente y cuerpo físico. La esfera de lo psíquico, está regida por un sustrato mucho más profundo, así como el del espíritu. Desde ahí, se producen las causas que se van a cristalizar y materializar en la mente, el cuerpo y la vida en general. Por eso, es prioritario trabajar con técnicas específicas para limpiar y elevar el nivel espiritual, de cara a obtener una mejor y equilibrada calidad de vida, a la vez que invita a descubrir las posibilidades de sentido que se ocultan en la vida concreta cotidiana. Más aún, es un impulso para adoptar y llevar a la práctica tales posibilidades y dar nueva vida a la esperanza. La Psicología Espiritual acredita la habilidad que todo ser humano posee para sanarse cuando conecta con un nivel espiritual mayor y a una mayor profundidad de la esencia.
"El espíritu no es una sustancia, sino el modo de ser propio del ser humano, cuya esencia es la libertad. Seguramente somos seres de libertad porque plasmamos la vida y el mundo, pero el espíritu no es exclusivo del ser humano ni puede ser desconectado del proceso evolutivo".